Vamos a escuchar la canción Del bosque de tu alegría de Manolo García, para después hacer los ejercicios que tenéis en la fotocopia. Os dejamos también la letra completa:
Porque de ti volví a aprender el nombre de las cosas,
porque de ti volví a aprender lo necesario:
pan, casa, destino, camino.
De ti volví a aprender, del bosque
de tu alegría, de manos
de tu sereno misterio.
Quedaba mucho por hacer:
arreglar la huerta,
hablar con los perros,
pasear por las orillas del otoño.
Quedaba mucho por hacer,
quedaba mucho.
Porque de ti volví a aprender lo necesario,
a prescindir de lo inútil, que nada es precario.
Del brillo de tus ojos, a disfrutar el tiempo lento.
Y cuatro cosas útiles de tu gesto cierto.
Y muchas cosas más de ti aprendí.
Y quedaba mucho por hacer...
A tirar el lastre, de eso que es la existencia;
del tráfico, del peso de los lunes;
gris, cielo, hoguera, camino;
de películas malas;
a robarle el tiempo al minutero;
que los relojes matan el tiempo.
Quedaba mucho por hacer:
recoger los sueños en las noches frías,
como cuando no hay peces, recojo las redes vacías.
En este audio, podrás escuchar el texto de las Coplas por la muerte de su padre de Jorge Manrique, magníficamente recitado por Manuel López Castilleja.
En este enlace, tienes, además, dos versiones musicadas: una por el cantante Paco Ibáñez y otra, por Amancio Prada. Recordamos aquí también la métrica de las Coplas: como ya sabes, se trata de 40 coplas de pie quebrado o manriqueñas. Su estructura es la siguiente: cada "copla" está formada por una doble sextilla con la estructura: 8a8b4c 8a8b4c + 8d8e4f 8d8e4f.
Como hemos explicado en clase, esta obra puede relacionarse de alguna manera con las Danzas de la Muerte, que se pusieron de moda en la Europa Medieval (no sólo en la literatura, sino también en la pintura, escultura, etc.) a partir del S. XIV, cosa bastante comprensible si pensamos que es la época en que la Peste Negra hizo estragos en Europa: "En general, todas las investigaciones coinciden en que la Peste Negra y la crisis del siglo XIV cumplieron un papel de fundamental importancia para el desarrollo y difusión del género (de las danzas de la Muerte o danzas macabras). No es casualidad que los primeros testimonios de la Muerte en el arte medieval aparezcan después de 1350. En 1348 la terrible epidemia devastó la población europea. Durante tres años todo el territorio europeo fue víctima de la terrible enfermedad que se denomino Peste Negra debido a las manchas oscuras que aparecían en los cuerpos de las víctimas. El descenso demográfico fue de proporciones nunca vistas en la historia del hombre. En las vísperas de la epidemia la población europea contaba con aproximadamente 85 millones de habitantes; para el año 1400 se había reducido a 45 millones". [...] Las Danzas de la Muerte son una crítica a los hombres y las cosas del mundo político y social, y una representación plástica y literaria del poder igualador de la muerte. Por más desigualdad que haya en la tierra, tanto el rico como el pobre, el Papa, el Emperador y el campesino serán atrapados por la muerte y serán juzgados por igual el día del Juicio Final. El recuerdo constante de la muerte (memento mori) surgió con el fin de enfatizar la igualdad de todos los hombres frente a la realidad de que todos deben morir sin excepción alguna. En la sociedad medieval de marcados contrastes sociales, esto resultaba una advertencia para el poderoso y un alivio para el desamparado. Fuente: María Laura Pérez Gra, en "Gramma Virtual").
Algunos ejemplos han sobrevivido hasta nuestros días, como es el caso de "La dansa de la Mort" de Verges, que se representa cada año el día de Jueves Santo: En la procesión, cinco esqueletos saltan al son de un tambor, colocados en forma de cruz. Se trata de dos adultos (la Guadaña y la Bandera) y tres niños (dos Platillos, que llevan un plato con ceniza) y el Reloj (que señala un reloj sin manillas). La Muerte avisa que no perdona a nadie (con la bandera), que siega la vida (con la guadaña) y recuerda que a cualquier hora (reloj sin manillas) acabaremos convertidos en ceniza (platillos).
Además de los romances que tienes en tu libro de texto, te dejamos en esta entrada otros ejemplos. Alguno de ellos, como el de "Las tres cautivas" no es propiamente un romance, sino un romancillo (6 sílabas métricas) pero es interesante para ilustrar la temática variopinta de estas composiciones. Y a continuación "El enamorado y la muerte" en vídeo y varias versiones de "La doncella guerrera"; en una de ellas, verás cómo a veces en lugar de copiarse en versos octosílabos (que es la métrica que ha perdurado), se copiaban en versos de 16 sílabas con una pausa central, con lo cual se convertían en monorrimos.
ROMANCE DE LA DONCELLA GUERRERA (VERSIÓN I)
Pregonadas son las guerras de Francia para Aragón, ¡Cómo las haré yo, triste, viejo y cano, pecador! ¡No reventaras, condesa, por medio del corazón, que me diste siete hijas, y entre ellas ningún varón! Allí habló la más chiquita, en razones la mayor: —No maldigáis a mi madre, que a la guerra me iré yo; me daréis las vuestras armas, vuestro caballo trotón. —Conoceránte en los pechos, que asoman bajo el jubón. —Yo los apretaré, padre, al par de mi corazón. —Tienes las manos muy blancas, hija no son de varón. —Yo les quitaré los guantes para que las queme el sol. —Conocerante en los ojos, que otros más lindos no son. —Yo los revolveré, padre, como si fuera un traidor. Al despedirse de todos, se le olvida lo mejor: —¿Cómo me he de llamar, padre? —Don Martín el de Aragón. —Y para entrar en las cortes, padre ¿cómo diré yo? —Bésoos la mano, buen rey, las cortes las guarde Dios. Dos años anduvo en guerra y nadie la conoció si no fue el hijo del rey que en sus ojos se prendó. —Herido vengo, mi madre, de amores me muero yo; los ojos de Don Martín son de mujer, de hombre no. —Convídalo tú, mi hijo, a las tiendas a feriar, si Don Martín es mujer, las galas ha de mirar. Don Martín como discreto, a mirar las armas va: —¡Qué rico puñal es éste, para con moros pelear! —Herido vengo, mi madre, amores me han de matar, los ojos de Don Martín roban el alma al mirar. —Llevarasla tú, hijo mío, a la huerta a solazar; si Don Martín es mujer, a los almendros irá. Don Martín deja las flores, un vara va a cortar: —¡Oh, qué varita de fresno para el caballo arrear! —Hijo, arrójale al regazo tus anillas al jugar: si Don Martín es varón, las rodillas juntará; pero si las separase, por mujer se mostrará. Don Martín muy avisado hubiéralas de juntar. —Herido vengo, mi madre, amores me han de matar; los ojos de Don Martín nunca los puedo olvidar. —Convídalo tú, mi hijo, en los baños a nadar. Todos se están desnudando; Don Martín muy triste está: —Cartas me fueron venidas, cartas de grande pesar, que se halla el Conde mi padre enfermo para finar. Licencia le pido al rey para irle a visitar. —Don Martín, esa licencia no te la quiero estorbar. Ensilla el caballo blanco, de un salto en él va a montar; por unas vegas arriba corre como un gavilán: —Adiós, adiós, el buen rey, y tu palacio real; que dos años te sirvió una doncella leal!. Óyela el hijo del rey, trás ella va a cabalgar. —Corre, corre, hijo del rey que no me habrás de alcanzar hasta en casa de mi padre si quieres irme a buscar. Campanitas de mi iglesia, ya os oigo repicar; puentecito, puentecito del río de mi lugar, una vez te pasé virgen, virgen te vuelvo a pasar. Abra las puertas, mi padre, ábralas de par en par. Madre, sáqueme la rueca que traigo ganas de hilar, que las armas y el caballo bien los supe manejar. Tras ella el hijo del rey a la puerta fue a llamar.
ROMANCE DE LA DONCELLA GUERRERA (VERSIÓN II)
En sevilla un sevillano
siete hijas le dió Dios; todas siete fueron hembras
y ninguno fuE varón. A la más chiquita de ellas
le llevó la inclinación de ir a servir a la guerra
vestidita de varón. Al montar en el caballo
la espada se le cayó, por decir maldita sea,
dijo: Maldita sea yo. El rey que lo estaba oyendo
de amores se cautivó: - Madre, los ojos de Marcos
son de hembra no de varón. - Convídala tú, hijo mío,
a los ríos a nadar que si ella fuese hembra
no se querrá desnudar. Toditos los caballeros
se empiezan a desnudar. y el caballero Don Marcos
se ha retirado a llorar. - ¿Porqué llora usted Don Marcos?
- Porque debo de llorar, por Un falso testimonio
que me quieren levantar. - No llores alma querida,
En El conde Lucanordon
Juan Manuel nos muestra a un joven conde que tiene una serie de
problemas –los que se podía encontrar un noble medieval en el ejercicio de su
poder– cuya solución no tiene clara. Por eso acude a su fiel consejero
Patronio, quien a través de un relato le da la respuesta al problema. Os animamos a escribir un nuevo cuento.
Escoged uno
de los conflictos que se plantean a continuación y escribid el cuento siguiendo
la misma estructura que usó don Juan Manuel para escribir sus relatos. A continuación, enumeramos los problemas sobre los
que pueden versar vuestros relatos y la estructura que debéis seguir. PROBLEMAS:
Un/a joven tiene problemas con sus padres, piensa que no le entienden, que
le obligan a hacer cosas que él/ella no quiere, etc.
Un/a joven sabe que su mejor amigo/a está siendo engañado/a por su pareja y
no sabe cómo decírselo.
Un/a joven le ha dejado a un amigo/a la “Play” (u otro juego: un ajedrez muy valioso, etc.) y este amigo no se la
devuelve.
Un/a joven se ha enamorado del novio/a de su mejor amigo/a.
Una joven tiene un novio muy posesivo al que no le gusta que se vea
con sus amigas, que vista de determinada forma, etc.
ESTRUCTURA DEL RELATO: Todos los cuentos obedecen a un esquema semejante -os lo recordamos a continuación– así que vuestras versiones también tendrán que seguir esa estructura. Fíjate en el cuento de Doña Truhana de tu libro de texto, por ejemplo, o en el de la mujer de mal carácter, que te recordamos en cursiva:
El Conde tiene un problema y le pide consejo a Patronio: Otra vez, hablando el conde Lucanor con Patronio, su consejero, díjole así: -Patronio, uno de mis deudos me ha dicho que le están tratando de casar con una mujer muy rica, y que este casamiento le convendría mucho si no fuera porque le aseguran que es la mujer de peor carácter que hay en el mundo. Os ruego que me digáis si he de aconsejarle que se case con ella, conociendo su genio, o si habré de aconsejarle que no lo haga.
Patronio le aconseja con un relato (el cuento): -Señor conde -respondió Patronio-, si él es capaz de hacer lo que hizo un mancebomoro, aconsejadle que se case con ella; si no lo es, no se lo aconsejéis.
El conde le rogó que le refiriera qué había hecho aquel moro. Patronio le dijo que en un pueblo había un hombre honrado... . (CUENTO).
El Conde Lucanor sigue el consejo y acierta en su decisión: El conde tuvo este consejo por bueno, obró según él y le salió muy bien.
Don Juan Manuel resume la moraleja en un pareado final: Como donJuan vio que este cuento era bueno, lo hizo escribir en este libro y compuso unos versosque dicen así: "Si al principio no te muestras como eres, / no podrás hacerlo cuando tú quisieres". Os puede ayudar, buscar primero la moraleja en este enlace, que os llevará al "Refranero" del Centro Virtual Cervantes, donde podréis buscar refranes, frases hechas, etc. por temas.